Sobre Mí

Ocupar tu lugar en el mundo es una cuestión de amor propio
Viva Bailón
VIVA es mi alter ego, mi yo más enérgico y auténtico.
Por si quieres saberlo, mi nombre es Virginia.
BAILÓN era el apellido de mi abuela materna,
y llevarlo es una forma de honrarla a ella y a mi linaje femenino
Soy una mujer como tú, tremendamente humana, que vive y siente su vida con pasión y que cree en el poder que todas nosotras llevamos dentro.
Mi mayor deseo profesional es que consigas ser la mujer que quieras ser: Auténtica, libre, sin máscaras. Sin guiones establecidos del cómo debes vivir tu única y preciada vida. Y que manifiestes en el mundo aquello que tú quieras.
Por eso hoy acompaño a mujeres nómadas y emprendedoras en sus procesos de autoconocimiento, crisis, cambios vitales y exploración del propósito de vida y su futuro deseado.
Te ofrezco un acompañamiento de calidad, y por eso, pongo a tu disposición mi caja de herramientas y me adapto a tus necesidades.
Llámame idealista o ingenua pero…
¡Sí! creo que cada persona tiene algo único que aportar al mundo y su entorno para dejarlo mejor de como lo encontró.
Y creo que el mundo será más amoroso y auténtico si cada cual vive de su pasión 🌍
Siempre me interesó la psicología humana y el trabajo con personas y comunidades.
Y soy una viajera empedernida.
Me gusta viajar por el mundo (para ser sincera, antes me volvía loca, aunque cada vez menos).
Pero sobre todo, me interesan los viajes hacia dentro.
Esos que te transforman y te acercan un poquito más a vivir en paz y en sintonía con quién tú eres, con tu versión más auténtica.
Las crisis existenciales de mi vida llegaron pronto, creo que en la primera tenía 21 años. Y la vía para afrontarlas fue viajar, el movimiento. No podía quedarme quieta, pues tenía mucho guardado dentro.
Hice viajes para huir de mi pasado y para “encontrar mi sitio” en el mundo.
Fruto de mis andanzas, me convertí en una experta en cambios e incertidumbre. Vivir en 5 países distintos conlleva muchos cambios y adaptaciones en la mochila, como te puedes imaginar. Miles de sonrisas y bastantes lágrimas.
Otro fruto de estos viajes fue el adentrarme en la meditación.
En especial la meditación budista y el yoga nidra, que a día de hoy sigo practicando. Soy fan de la siesta yóguica que te acerca a tus intenciones y te relaja profundamente. La meditación en general, nos ayuda a centrarnos y a relajarnos; a tener más claridad mental y emocional; a vivir una vida consciente y tomar decisiones alineadas con quienes somos.
También llegó a mi vida, como compañera de viaje, la danza de los 5Ritmos.
Es una herramienta de autoconocimiento que me hizo conectar conmigo de una forma muy orgánica y natural, aportando a mi vida bienestar y mucha felicidad, sintiéndome mucho más vital.
Y tuve otro gran viaje, un poco más mental, que fue navegar por las teorías feministas.
Formarme oficialmente en ello, empaparme de lecturas, buscar conversaciones que me hicieran entender cómo se forma nuestra identidad como mujeres. Cómo muchos de nuestros malestares, son en realidad estructurales, fruto de un sistema social que explota a las mujeres y los recursos naturales.
Este viaje me hizo conocer a muchas mujeres. Me vi reflejada en muchas de sus historias, de otras formo parte. Ellas forman parte de mí, como pedacitos de un mosaico, habitan en mí.
Pero sin duda, el viaje que me llevó a que me estés leyendo hoy, fue el de formarme como Psicodramatista y vivir en mis propias carnes un proceso terapéutico en grupo y a nivel personal durante 3 años.
Con las alegrías y los dolores que eso conlleva, fue todo un rito de paso. Me enfrentó conmigo misma, con todo lo que tenía guardado esperando a ser atendido y me ayudó a entender los procesos psicológicos por los que todas las personas pasamos algún día, rupturas, duelos, pérdidas, violencias, bloqueos, transiciones vitales…
Venía de una formación más académica, y me costaba bajar al cuerpo.
Para mí, integrar las emociones y el cuerpo fue clave para entender cómo hacer esa revolución interior.
Fue esa la mayor maestría.
El pasar por mi cuerpo-mente-emociones todos los aprendizajes que la terapia puede traer.
Toda la responsabilidad por una misma; el hacernos cargo de nuestros malestares pero también de nuestro bienestar;
el ser lo suficientemente valiente, para pedir ayuda.
Mis viajes se han ido enriqueciendo con diferentes experiencias y otras formaciones: Arteterapia; Teoría U; Teatro de la Presencia Social; Coaching co-activo…
Ahora mi viaje es…
Mi trabajo como acompañante.
Mi proyecto como mujer emprendedora. Mi reto, con el que aprendo a diario de otras mujeres y surfeo la incertidumbre.
Y desde entonces, valoro la libertad que tengo como un tesoro y aprendo a disfrutar y gestionar mi tiempo de la mejor manera posible.
El viaje es una metáfora fantástica de cualquier proceso personal,
¿no te parece?.
Todas emprendemos distintas travesías en diferentes momentos…
Irnos a vivir a otro país;
empezar una carrera o formación nueva;
emprender nuestros propios proyectos profesionales;
comenzar un proyecto colaborativo;
finalizar una relación;
ser madres.
Todos llenos de aprendizajes, pero sin duda, hay un viaje imprescindible en la vida de cada persona, y es…
EL VIAJE A SU INTERIOR.
En tu interior, entre trastos viejos y polvo por barrer, hay una caja de tesoros por descubrir, te lo aseguro.
¿Qué me dices?
¿Necesitas una guía en el viaje de tu vida?
Soy toda oídos 😉
Si prefieres dejarme tu email, dale al botón
y te enviaré mi MEDITACIÓN
“Mirar atrás para mirar hacia adelante”.